martes, 19 de agosto de 2008

De las cartas imaginarias

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Es en el prefacio a Altazor qué no?, donde Chente Huidobro recomienda escribir en una lengua que no sea la materna... Pos pa honrar al autor del canto número dos (Mujer, el mundo está amueblado por tus ojos...), yo me fleté una cartita en francés. Con sus piojos ortográficos y todo (faltan todos los acentos circunflejos, es una güeva andarlos insertando), que ya tendré que expurgar. Pido chance. La carta la dirigí a un pasajero desconocido, y después la traduji al castigliano. Aquí un fragmento.
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Lettre a un passeger du métro
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Ville du Mexique, l’an deux mille huit
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Alors,
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voyager des profondeurs, à l’ame semisouterraine du notre siecle, ni Ulysse, ni Robinson, ni Gulliver, ni Marco Polo, ni Humboldt, parmi autres grands voyageurs, peuvent ensemble rivaliser avec tes périples chilangues par les tripes chaudes de notre ville.
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Sais-quoi?, lá sous, parmi des lézards oranges, ton visage semblable a une perle enfilée dans un collier de visages sans fin, et la musique et les odeurs d’intensité variable, s’agitent les deux extremes de toute science humaine: la physique et la métaphysique, mariées indisolublement dedans ton experience au dessous. Pourquoi, tu peut demander, pourquoi la physique? Porquoi la métaphysique? Pourquoi mariées? Phyisique, a cause de la haute quantité des ames qui coïncident dans ces points de l’univers qui sont les stations de metro, et sur tout a cause des corps, incroyable dans leur diversité, qui entourent telles ames, et qui, a difference d’elles, sont strictement soumis a la loi de Hooke (ut tensio sic vis), second laquelle la deformation elastique des corps solides est proportionnel a la force des passegers qui sortent ou abordent le wagon; métaphysique, a cause du sentiment d’etre un poisson dans un resau invisible. Physique, a cause de l’itinéraire vérifiable topographique et empiriquement des trains, et de leur trajectoire newtonienne, n’importe pas vers quelle maison zodiacale ils se déplacent; metaphysique, a cause des lumiéres blanches et violettes qui ondoyent au bout du tunnel. Physique, comment est assez démontré par la susceptibilité exocrine des corps au niveau de temperature, et le consequent accomplissement de leur functions regulatrices et hidroses: suer, evacuation poreuse des liquides, refrigeration endocrine. Autant que l’accomplissement de functions regulatrices par la densité atmosferique sur les liquides, en les tournant en quintessence et en les remettant sans discrimination a l’odorat humaine. Metaphysique: a cause de l’arôme de cheveux mouillés au matin, de parfums d'employées nocturnes et d'agées, de la fraîcheur des joues infantiles, de tailleurs suffocants, de toile brullé sous les roues, et de la quintessence. Physique: a cause du Domino’s Pizza dans les stations Tacubaya, Tacuba, Centro Médico, Pino Suárez, etc… Metaphysique: A cause des noms des stations: Barranca del Muerto, Talismán, Etiopía, Salto del Agua, Observatorio, Lindavista, La Raza.
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Que en nuestra lengua sería más o menos:
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Carta a un pasajero del metro
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Ciudad de México, año dos mil ocho
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Entonces,
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viajero de las profundidades, con el alma semisubterránea de nuestro siglo, ni Odiseo, ni Marco Polo, ni Robinson, ni Gulliver, ni Humboldt, entre otros grandes viajeros, podrían rivalizar con tus periplos chilangos por las tripas calientes de nuestra ciudad.
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Sabes qué?, allá abajo, entre lagartos anaranjados, tu rostro semejante a una perla ensartada en un collar de rostros sin fin, y la música y los olores de intensidad variable, se agitan los dos extremos de toda ciencia humana: la física y la metafísica, casadas indisolublemente al interior de tu experiencia bajo tierra. Por qué?, podrías preguntarme, por qué física? Por qué metafísica? Por qué casadas? Y yo podría responderte: Física, a causa de la elevada cantidad de almas que coinciden en esos puntos del universo que son las estaciones de metro, y sobre todo, a causa de los cuerpos, increíbles en su diversidad, que rodean a esas almas, y que, a diferencia de ellas, están estrictamente sometidos a la ley de Hooke (ut tensio sic vis) según la cual la deformación elástica de los cuerpos sólidos es proporcional a la fuerza de los pasajeros que salen del vagón o lo abordan; metafísica, a causa del sentimiento de ser un pescado en una red invisible. Física, a causa del itinerario, verificable topográfica y empíricamente de los trenes, y de su trayectoria newtoniana, no importa hacia qué casa zodiacal se desplacen. Metafísica, a causa de las luces blancas y violáceas que ondean al fondo del túnel. Física, como queda suficientemente demostrado por la susceptibilidad exócrina de los cuerpos al nivel de la temperatura, y consecuente cumplimiento de sus funciones reguladoras e hidrosas: sudar, evacuación porosa de líquidos, refrigeración endócrina. Tanto como el cumplimiento de funciones reguladoras por la densidad atmosférica sobre los líquidos, tornándolos en quintaesencia, y entregándolos sin discriminación al olfato humano. Metafísica: A causa del aroma a cabellos mojados en la mañana, de perfumes de empleadas nocturnas y de ancianas, de la frescura de las mejillas infantiles, de sofocantes trajes, de hule quemado bajo las ruedas, y de la quintaesencia. Física: a causa de los Domino's Pizza en las estaciones de Tacubaya, Tacuba, Centro Médico, Pino Suárez, etc. Metafísica: a causa de los nombres de las estaciones: Barranca del Muerto, Talismán, Etiopía, Salto del Agua, Observatorio, Lindavista, La Raza.

1 comentario:

Valdemar Ramírez: dijo...

Broderso: a pesar de estar peleado con la física (me torcí una pata hace un mes) y con la metafísica (me torcí unos conseitos hace poco), es un placer leerte. Ojalá un día pueda leerte en franchute, pero no creo.
Un abrazo.