domingo, 10 de agosto de 2008

De las cartas imaginarias

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"Bueno, yo le doy las gracias por algunas cosas
que usted ni sospecha."
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Juan Carlos Onetti, Para una tumba sin nombre
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Tienes un estuchito rosa donde guardas tus lentes, cuando lo abres puedo ver que el anillo que tienes puesto en el dedo anular izquierdo no parece una sortija nupcial, pero sé que no todos los compromisos tienen forma de anillo, y que no todos los anillos ciñen compromisos. Me gusta tanto mirarte sentada en el pupitre de la esquina, con tu gargantilla azul de cuentas y los bajos de los pantalones plegados hacia afuera, enseñando el lado más claro de la mezclilla, el cruce ligero de tu pierna, tu blusa sin mangas, generosa y colorida, tus zapatillas negras con arabescos bordados, tu mano pasando tu pelo por detrás de tu hombro. Luego apoyas las manos una sobre otra en tu regazo, sobre el sueño de mil tigres silenciosos, hasta que tomas un libro del escritorio, y te pones a leerlo con tu mejilla suavemente recargada en nudillos gentiles, inclinando el rostro con la atención de un retrato de Modigliani. Lo primero que vi en tu mirada fue una ternura hecha de discernimiento, de bondad inocente, impremeditada, y ese candor que da la miopía, la ilusión que empequeñeció tus ojos una vez que te quitaste los lentes mientras te observaba: las luces de dos barcos a punto de remontar el horizonte. Pero eso no me bastó para recordar tu mirada cuando quise hacerlo. Algo faltaba para fijar el recuerdo. Lo supe después, cuando te vi la tercera, la cuarta, la sexta vez... Así fui encontrando esa ironía dulce que anida en tus ojos, y que me hizo sentir vivamente la amplitud y la ligereza de tu corazón de barca meridiana, su trayecto de papalote en las manos de una niña.
*
Por un instante.

2 comentarios:

Unknown dijo...

refrigeration endocrine-.- una vez fuera del frigo, las hormonas comienzan a deshielarse. los finos hilos que de ellas emanan han ido bordando sobre mí tu reflejo.

Unknown dijo...

refrigeration endocrine-.- una vez fuera del frigo, las hormonas comienzan a deshielarse. los finos hilos que de ellas emanan han ido bordando sobre mí tu reflejo.